Tras la experiencia, hemos comprobado que un fin de semana en Múnich es suficiente para ver sus lugares más representativos, empaparnos de historia, y conocer y disfrutar las tradiciones de esta región de Baviera.
Alojados junto a la estación de trenes Hauptbahnhof (más adelante hacemos referencia al hotel), accedemos al centro de la ciudad por una de las tres puertas que aún quedan en pie desde la época medieval, Karlstor, atravesando a su vez la concurrida plaza que lleva su nombre.
De esta manera nos dirigimos a la plaza de Marienplatz para realizar el free tour de la empresa SANDEMANs (con paraguas rojos), que tiene su inicio a las 10:45 horas, y que previamente reservamos por internet para evitar sorpresas y no quedarnos sin plaza. Vemos además que otras empresas como Munich Tours (con paraguas amarillos) comienzan también con varios grupos de personas. Durante los primeros minutos la plaza se abarrota de gente que asiste a comtemplar el famoso espectáculo del carrillón del Nuevo Ayuntamiento (similar al que tiene lugar en Praga), que se repite todos los días a las 11 y a las 12 horas (y también a las 17:00 en verano) y de unos 10 minutos de duración.
Una vez observado el espectáculo, y después de acceder al patio interior del Nuevo Ayuntamiento o Neues Rathaus, nos dirigimos a la famoso mercado Viktualienmarkt, en el que encontramos numerosos puestos de comida y otros enseres, que dan realmente vida a la plaza. Pese a la calidad de sus productos, no cabe duda que sus precios son más elevados que en otros lugares. No obsante, es imprescindible pasar por aqui, y ver además la gran cantidad de gente disfrutando de una buena cerveza en las terrazas que lo rodean. Es de reseñar también el popular Palo de Mayo ubicado en la plaza, que tantas anécdotas guarda en su histórica tradición de robarlo en las distintas plazas de Baviera.
Durante el tour también descubrimos una de las plazas más atractivas de Múnich, Max-Joseph-Platz, donde se encuentra la Ópera o Bayerische Staatsoper y la Residenz (antiguo palacio real).
Situado junto a los leones de la Residenzstraße (que es tradición tocar) se encuentra el callejón de los tramposos o Viscardigasse, que bien podría pasar desapercibido, pero cuyas baldosas doradas rememoran el camino que algunos realizaron para huir de la obligación de cuadrarse al pasar por el monumento que colocó el partido nazi en Residenzstraße. Es aquí donde escuchamos una de las historias más impactantes relacionadas con el nazismo.
Por último, recorriendo la comercial Theatinerstraße nos acercamos a la catedral o Frauenkirche (gratuita), cuyas características torres son vistas desde lejos, y que guarda curiosidades como la Huella del Diablo y la figura dedicada a Benedicto XVI (arzobispo de Múnich y Freising entre 1977 y 1982). A su salida nos dirigimos a los jardines de Marienhof, desde los que podemos obtener una excelente vista de las torres de la catedral.
Ya por la tarde cruzamos la plaza Odeonsplatz y el Hofgarten para llegar al Englischer Garten, ocupado por paseantes y deportistas que aprovechan el día soleado. Así recorremos el canal Eisbach hasta llegar al puente ubicado en la calle Prinzregentenstraße, junto al museo Haus der Kunst, en el que numerosos surferos disfrutan cada día de su ola artificial de casi 1 metro de altura.
Aprovechamos los últimos momentos de luz para subir a la torre de Peterskirche, y es que tras sus 306 escalones, es posible disfrutar de una de las mejores vistas de toda la ciudad (también es posible divisar los Alpes en un día despejado). Su económico precio (2 euros, o 1 euro la entrada reducida como carné joven) y su recompensa, bien merecen la pena el esfuerzo, no así para personas con movilidad reducida. Otra de las iglesias que tenemos oportunidad de conocer es la rococó Asamkirche. Y por supuesto no podemos olvidarnos del Antiguo Ayuntamiento, de llamativa apariencia respecto al de construcción posterior.
Para finalizar este largo recorrido nos retiramos a descansar y a disfrutar de una típica (a la vez que buena) cerveza. Para ello vamos a la famosa Hofbräuhaus, en la que sentimos su auténtico ambiente nada más entrar. La encontramos abarrotada de gente (turistas incluidos fotografiando en los pasillos) en la que el ruido, las jarras de cerveza y un grupo de música tocando en directo hacen que valga la pena acercarse hasta aquí.
VISITA AL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE DACHAU
Nos planteamos esta visita como imprescindible en nuestro fin de semana en Múnich, y es que además su situación a 15 km del centro, y el tiempo que pasamos en la ciudad, nos permitían realizarla sin problema. Es por ello que recomendamos encarecidamente acercarse hasta aquí, más si previamente no se ha tenido la ocasión de visitar un lugar de estas características.
Realizamos la visita organizada por Sandemans, con un coste de 22 euros (incluye transporte y guía desde la salida hasta la llegada, en el horario desde las 9:30 horas hasta las 15:00 horas aproximadamente, siendo la visita propiamente dicha de unas 3 horas de duración). Por otra lado cabe la posibilidad de ir en tren, desde Hauptbahnhof a Dachau / Petershausen por la línea S2 (30 minutos) y allí coger el autobús 726 dirección Saubachsiedlung, con parada en la puerta del memorial; y una vez en el Centro de Visitantes coger una audioguía en español por 3,50 euros (la entrada es gratuita). No obstante dado nuestro interés preferimos una persona como guía, lo cual sin duda mereció la pena.
Una vez allí se entra a través de la puerta principal por la que entraban los prisioneros, en la que se encuentra el grabado «Arbeit macht frei«, traducido como «El trabajo te hace libre». A partir de ese momento comienza una atmósfera de reflexión que continúa hasta la salida, observando en último lugar la estatua de un prisionero desconocido, en cuya inscripción se lee el porqué es necesario visitar un lugar como éste: «Der Toten zur Ehr, den Lebenden zur Mahnung».
«Para honrar a los muertos, para advertir a los vivos»
PARA COMER
- Recomendados por algunos blogs y por el guía del free tour, nos deleitamos en el Restaurante Opatija, Hochbrückenstraße 3 (cercano a Marienplatz). Destacamos su comida tradicional (y muy variada), buen ambiente y servicio, así como su calidad-precio, ya que podríamos calificarlo de económico (entrante, plato principal y bebida por unos 15 euros). Sin duda un acierto para repetir y recomendar.
- Restaurante Agustiner, Neuhauser Strasse 27 (a unos pasos de Marienplatz). Recomendados por el guía para comer codillo, la buena calidad en sus productos y su ambiente hacen que esté muy bien calificado en las opiniones de TripAdvisor. De precio más elevado que el anterior, decir que no nos gustó el servicio que recibimos durante la cena.
- Hofbräuhaus München, Platzl 9, lugar de visita obligada donde recomendamos tomar una cerveza y disfrutar de su ambiente. No obstante, en repetidas ocasiones nos recomiendan no comer allí, no por su producto, sino por su mal servicio.
- Münchner Suppenküche, Am Viktualienmarkt Abt. 3, calificado como el lugar perfecto para probar cualquiera de sus numerosas sopas.
Destacar en cuanto a los pubs y restaurantes señalar que cada uno tiene una cerveza específica.
Para desayunar únicamente probamos la cadena Coffee Fellows (uno de sus locales está situado junto a nuestro hotel). Su precio no es especialmente económico pero tienen mucha variedad y buenos productos.
PARA TOMAR ALGO POR LA NOCHE
- Kennedy’s Bar & Restaurant, Sendlinger-Tor-Platz 11, calificado como un buen lugar para tomar una cerveza con buen ambiente y música en directo.
- 35 milli(m)eter München, mathäser Filmpalast, Bayerstraße 3-5, junto a nuestro hotel encontramos este buen lugar donde tomar una copa (8 euros) en un ambiente agradable y con música variada.
PARA DORMIR
Nos alojamos en el Hotel Stachus, Bayerstraße 7, ubicado en una situación inmejorable (a 5-10 minutos andando de la estación de trenes central Hauptbahnhof, y a 10-15′ de Marienplatz). Limpio, bien atendidos con recepción 24h, habitación amplia y buena señal de wifi. Precio asequible a 178 euros la habitación doble para dos noches. Hicimos la reserva directamente por la web y el wifi fue gratuito (mismo precio, sin wifi, en Booking). Sin duda una opción para repetir.
TRANSPORTE
Para desplazarnos del aeropuerto al centro (Hauptbahnhof, Marienplatz, Laim y Ostbahnhof) utilizamos el tren, puesto que es muy cómodo y de precio similar a otras alternativas como el autobús. Las líneas de trenes posibles para ambas terminales son S-Bach S1 y S8, mismo precio (10,80 euros) y tiempo (40 minutos), pero siendo preferible la S8, ya que la otra es circular y puede inducir a error.
Una vez allí no necesitamos otro transporte, lo realizamos todo a pie ya que las distancias son cortas.
El billete de avión Madrid-Múnich con la compañía Lufthansa tuvo un coste de 114 euros, ida el viernes por la tarde y vuelta el domingo a la misma hora.
*Este viaje tuvo lugar entre los días 8 y 10 de abril de 2016.
Trip & Tent 
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