Tanto para niños y mayores, como para amantes de la montaña, o buscadores de la naturaleza y el ambiente rural… Los Pirineos siempre son una buena opción para desconectar y disfrutar. Cómo aprovechar cuatro días haciendo senderismo y visitando los pueblos más emblemáticos de esta zona del Pirineo aragonés.
PARA HACER SENDERISMO…
No hay duda que para vivir y sentir la esencia de los Pirineos, es imprescindible adentrarse en la montaña a través de alguna de sus numerosas rutas. Por ello decidimos realizar la que seguramente sea la más característica del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido: la Cola de Caballo.
Cómo llegar: se accede por la N-260 hasta llegar al pueblo de Torla-Ordesa. A la entrada del pueblo encontramos un gran aparcamiento gratuito en el que dejar nuestro vehículo en días en que es obligatorio acceder a la Pradera de Ordesa (punto inicial de nuestra ruta) en los autobuses del Parque Nacional. Esto ocurre en los meses de verano, Semana Santa y Puentes. El precio del trayecto ida y vuelta es de 4,5 euros. Los horarios: viaje de ida 6 h, 7 h, 7:30 h, desde las 8 h cada 15 minutos y entre las 20 h y las 22 h son sólo de vuelta. Viaje de vuelta: 6 h, 7 h, 7:30 h, desde las 8h cada 15 minutos, y la última salida a las 22 h. No obstante estos horarios pueden variar según la época del año. Si el acceso al Parque estuviera abierto continuaríamos desde Torla por la A-135 hasta la Pradera de Ordesa.
Duración: 5-6 horas.
Longitud: 17,5 km.
Dificultad: baja. Recorrida por muchas familias con niños incluso con carrito. Necesario llevar calzado cómodo.
Servicios: en la Pradera de Ordesa disponemos de una cafetería y un punto de información, además en la primera mitad del recorrido encontramos una pequeña fuente y más tarde una caseta con botiquín.
Una vez en el aparcamiento de Torla (el cual observamos que se llena sobre las 11:00 de la mañana), esperamos alrededor de una 1 hora para subir en autobús, dada la gran afluencia de gente. Ya en la Pradera de Ordesa, tomamos el camino de la izquierda que va por las gradas de Soaso (el de la derecha se dirige a la Cola de Caballo por la Senda de los Cazadores, de mayor dificultad) y comenzamos la ruta rodeados de gran número de personas, que no dejamos de ver en ningún momento del recorrido. Tras los primeros 35 minutos llegamos a la cascada de Arripas (donde también hay una pequeña fuente) y podemos disfrutar de una buena panorámica.
Poco después, en 10 minutos llegamos a las indicaciones de la cascada del Estrecho y de La Cueva.
Saliéndonos un poco del recorrido podemos llegar rápidamente a la Cascada de La Cueva, a la cual merece la pena acercarse.
Continuando por el camino principal, en 20 minutos llegamos a un mirador, que aprovechamos para bajar aún más, y nos acercarnos a orillas del río para tomar alguna fotografía. Tiempo despúes (10′) nos adentramos en un inmenso bosque y pasamos por un pequeño refugio con botiquín.
Con 45 minutos de recorrido a nuestros pies, salimos a campo abierto donde descansamos a orillas del río, y según las indicaciones estamos a 1 hora de distancia de la ansiada Cola de Caballo. Tras una breve parada, continuamos hasta impresionarnos con las gradas de Soaso.
Después de 1 hora y media andando, llegamos al circo de Soaso, un impresionante abierto por el que caminamos durante el último tramo hasta llegar a la Cola de Caballo.
PARA VISITAR…
VALLE DE ORDESA
Cómo aprovechar un día completo por el Valle de Ordesa. Breve paseo por el Cañón de Añisclo, para más tarde visitar los pueblos más bonitos de la zona, comenzando en Aínsa y poniendo fin al recorrido en Torla-Ordesa.
Cañón de Añisclo
El Cañón de Añisclo, uno de los cuatro grandes valles del macizo de Monte Perdido, es de los puntos de visita obligada de toda esta zona del Pirineo, tanto para desplazarte en coche como a pie. Por ello, merece la pena recorrer en coche la espectacular carretera que lo atraviesa (siendo de un único sentido en algunas épocas del año), a la cual se accede desde Aínsa, por la A-138 a Bielsa, tomando el desvío hacia Escalona y posteriomente siguiendo las indicaciones del Valle de Añisclo.
Así, a una altura considerable sobre el río, y entre grandes rocas, recorremos varios kilómetros hasta llegar a los alrededores de la ermita de San Úrbez, donde podemos dejar el coche en un pequeño aparcamiento (tras llenarse el cual encontramos numerosos coches en el extremo de la carretera). Desde este punto podemos elegir cualquiera de sus rutas, según su duración y dificultad, para disfrutar de la naturaleza.
Con más tiempo nos hubiera gustado llegar hasta Fon Blanca o el Collado de Añisclo, pero no siendo posible, merece la pena simplemente realizar el Circuito de San Úrbez (45 min) que pasa por el puente y la ermita del mismo nombre, apta para niños y mayores.
Buerba
Tras visitar el Cañón de Añisclo, de camino a Aínsa encontramos un escondido rincón ecológico en plena carretera, que llama la atención por su anuncio de Restaurante Vegetariano Casa Cuadrau. Es precisamente la búsqueda de un restaurante lo que nos lleva a este pequeño pueblo, siendo un buen lugar para comer y así evitar los precios más elevados de la archiconocida Aínsa.
Aínsa
Considerado como uno de los pueblos más bonitos de España, merece la pena acercarse hasta aquí para caminar por sus calles empedradas, comer y relajarse en su Plaza Mayor, y recrearse con sus fachadas y monumentos. Encontramos gran oferta hotelera y de restauración, así como numerosos comercios cuidados al detalle para sus turistas. Para acceder a él, subimos hasta el Casco Antiguo y dejamos el coche en el gran aparcamiento situado junto a su Castillo Fortaleza.
Fiscal
Para descubrir el verdadero encanto de este pueblo, es necesario cruzar el puente y acercarse hasta su centro histórico, que destaca por sus fachadas de piedra y la ermita de San Salvador.
Buesa
Conviene visitar Buesa para disfrutar de sus privilegiadas vistas de la montaña, ya que se encuentra en la zona alta del valle. También es conocido por encontrarse aquí una de las casas rurales con más encanto de toda la zona: Balcón del Pirineo, perfecta para alojarse y disfrutar de sus habitaciones con hidromasaje, como para degustar buena comida con una agradable panorámica.
Oto
Menos conocido es este pequeño pueblo en el que podemos dar un breve paseo recorriendo sus calles, fachadas de piedra, así como sus monumentos.
Broto
Al llegar a Broto caminamos por su calle principal y aledañas hasta la iglesia de San Pedro. No obstante, de este pueblo de renombre destacamos la conocida Cascada de Sorrosal, un impresionante salto de agua en dos tramos al que podemos acceder caminando unos minutos desde su calle principal. Es frecuentado por numerosos turistas y por amantes de la naturaleza, puesto que también es posible realizar una Vía Ferrata.
Torla-Ordesa
Rodeado de montañas, es la puerta de acceso al Valle de Ordesa. Encontramos numerosa y variada oferta hotelera y de restauración, así como tiendas especializadas de montaña, lo cual hace que sea un buen lugar para pernoctar. Recorrer sus calles empedradas, y observar su iglesia parroquial, hacen de este pequeño pueblo una visita obligada, en el que se puede respirar un auténtico ambiente de montaña.
VALLE DE TENA
Recorriendo esta zona del Pirineo aragonés, no podemos dejar pasar la oportunidad de visitar el Valle de Tena, en el que se encuentran las estaciones de esquí de Formigal y Panticosa. Y es que no sólo merece la pena acercarse a estas localidades más conocidas como a su vez es Biescas, sino que también son imprescindibles Lanuza, Sallent de Gállego y Hoz de Jaca.
Lanuza
La historia de este pueblo, que en la década de los setenta quedó deshabitado porque las aguas del pantano iban a cubrirlo por completo, no deja a nadie indiferente. Tras décadas de abandono, las obras de reconstrucción que sus vecinos vienen realizando, han provocado que cada día sea más conocido y transitado por turistas, que disfrutan de su arquitectura de casas de piedra y tejados de pizarra.
Además, tiene el gusto de alojar cada año un escenario flotante en las aguas del embalse, gracias al Festival Pirineos Sur que tiene lugar en el mes de julio.
Sallent de Gállego
Siendo la capital del Valle de Tena, merece la pena visitar este pueblo de arquitectura muy similar a Lanuza. De mayor tamaño, y con gran oferta hotelera y de restauración, es un gusto caminar por sus calles en las que se respira ambiente rural y de montaña. Aquí encontramos también una cacharrería con encanto que llama nuestra atención, con artilugios vintage de todo tipo.
Hoz de Jaca
Para llegar a esta localidad accedemos desde Panticosa, tomando el desvío a El Pueyo de Jaca, y desde ahí continuando por una estrecha y sinuosa carretera rodeada de vegetación. Lo que realmente nos llama la atención de este pueblo es su mirador ubicado a las afueras, en el que a través de su barandilla y la rejilla a nuestro pies, es posible admirar la naturaleza en todo su esplendor.
Y PARA DESCANSAR
Nada mejor para disfrutar de unos días en la montaña que alojarse en una cálida casa de piedra. Unos modestos apartamentos, con todo tipo de comodidades, ubicados en Gavín (a 3 km de Biescas). Perfectamente atendidos, con servicio de limpieza diario incluido, pudimos aprovechar al máximo para visitar ambos valles y tener un pleno descanso al llegar la noche. Aunque algo alejados del Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido, carreteras en perfecto estado e impresionantes vistas hacen que no dudemos en volver en otra ocasión.
Trip & Tent 
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